24 de junio de 2010

Obama gana crédito fuera pero lo pierde en casa


Estados Unidos vuelve a tener unos niveles de popularidad desconocidos durante la presidencia de George W. Bush. Según una encuesta de Pew Research Center, el 65% de los británicos tienen una visión favorable de América. La tasa alcanza el 73% en Francia, el 63% en Alemania y el 61% en España. Casi seis de cada diez rusos (el mayor nivel desde 2002) ven a Estados Unidos con buenos ojos. China, Brasil e India registran alrededor de un 60% de aprobación.

El prestigio de la todavía mayor potencia del mundo se explica por la popularidad de su presidente. En los países europeos más importantes la confianza en Obama supera el 80%. Así, nueve de cada diez alemanes tienen algo o mucha confianza en el presidente americano. El 84% de los británicos y el 87% de los franceses comparten esa opinión. Entre los rusos, los partidarios de Obama no llegan a la mitad (41%), mientras que en China el porcentaje llega al 52%, en Brasil al 56% y en India hasta el 73%.

En cambio, el nivel de popularidad del presidente americano ha caído en los países musulmanes. El porcentaje de musulmanes que expresaron confianza en Obama cayó diez puntos hasta el 31% en Egipto y en Turquía del 33% al 23%. Sólo un 8% de los musulmanes paquistaníes apoyan a Obama.

16 de junio de 2010

La batalla del Senado



Estados Unidos vive en un permanente estado de elecciones. Cuando el mandato de un presidente empieza a cuajar llegan las elecciones para renovar las Cámaras y la agenda presidencial se debe adaptar a una nueva realidad. Eso es lo que parece que ocurrirá en esta ocasión. Las elecciones de noviembre se postulan como un referéndum a la gestión de Obama. Después de un primer año en blanco, cogió fuerza a partir de la aprobación de la reforma sanitaria y apostó lanzar un nuevo sistema financiero. 

1 de junio de 2010

Cuestión de lenguaje


En política, el uso de la palabra es fundamental. No importa únicamente qué y cómo se dice algo, también el contexto. Pensamos mediante palabras. Términos que inevitablemente se localizan en un marco. El lingüista George Lakoff defiende que los republicanos descubrieron esta circunstancia mucho antes que los demócratas. Concretamente, hace unos cuarenta años.

Los think tanks se pusieron en marcha y comenzaron a crear marcos favorables a través de la difusión de ideas e iniciativas basadas en valores conservadores al tiempo que locutores y comentaristas republicanos fueron ocupando la pantalla del televisor. Hoy, la gran mayoría de los bustos parlantes son conservadores. En los últimos cuarenta años, sólo catorce han conocido un presidente demócrata.

Es por eso que la tarea de Barack Obama no está resultando sencilla. Cambiar de marco es duro. Más aún cuando se trata de uno tan arraigado como el creado por los republicanos. Cuando los hechos no encajan en los marcos, los marcos se mantienen y los hechos se ignoran, dice Lakoff.