16 de noviembre de 2011

Cain, Perry, Bachmann, los errores de los candidatos republicanos


Los candidatos a la nominación republicana protagonizan sonadas meteduras de pata durante la campaña

Jon Huntsman
pasa por ser uno de los pocos candidatos solventes en la carrera por la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos. Desde su posición de exgobernador, exempresario y exdiplomático, cuando en junio de este año presentó sus credenciales junto a una bandera estadounidense y con la Estatua de la Libertad en el horizonte, difícilmente imaginaría que las primarias se terminarían convirtiendo en un circo.

Claro que con sus oponentes todo era posible. Y él lo vio pronto. El 18 de agosto lanzaba un tuit que lo alejaba de los extremos de los demás candidatos… y de cualquier opción de ganar la candidatura:
To be clear. I believe in evolution and trust scientists on global warming. Call me crazy. 
Para entonces Donald Trump ya había descartado presentarse como candidato. El magnate estadounidense y figura mediática es precisamente uno de los grandes culpables del radicalismo republicano. El que llevó a Barack Obama a hacer pública su partida de nacimiento ante las dudas sobre si nació en suelo estadounidense. Fue Obama quien se encargó de poner en ridículo a Trump, durante la cena de corresponsales.


Dos semanas después Trump se apartó de los focos. Y con Obama luchando con una situación económica desastrosa, han sido los propios republicanos quienes se han puesto en ridículo. En realidad, lo que ha venido a ocurrir no es más que una consecuencia de la entrada en escena de Sarah Palin, quien en 2008, aseguró que desde Alaska podía ver Rusia.


Ella también se apartó. Y su lugar lo ocupó Michele Bachmann, que por unas semanas se convirtió en la heroína del 'Tea Party'. Cayó tan rápido como ascendió a lo más alto de las encuestas. Bachmann, que se casó con su marido porque Dios se lo ordenó, afirmó lo siguiente cuando EE.UU. se preparaba para recibir al huracán 'Irene': "No sé qué tiene que hacer Dios para que los políticos le presten atención. Hemos tenido un terremoto y un huracán. Dice '¿Estáis ya dispuestos a escucharme?'. Escuchad al pueblo americano porque el pueblo americano está gritando ahora mismo. Saben que el gobierno está a dieta porque tiene obesidad mórbida y tenemos que controlar el gasto".


Una broma, aclaró su equipo electoral. Por el mes de agosto ya había sido objeto de burla por otro error. Protagonizaba un mitin en Carolina del Sur en invitó a los asistentes a desear un "feliz cumpleaños" a Elvis Presley. No cayó en que el "rey del rock" nación el 8 de enero de 1935. Aquel 16 de agosto se recordaba el aniversario de su fallecimiento en 1977.


Un par de meses antes aseguró que el «espíritu» de la leyenda del western John Wayne también se encontraba en ella. La cuestión no habría tenido más trascendencia de no haber vinculado sus lugares de nacimiento: la ciudad de Waterloo. En realidad, el actor nació en la ciudad de Winterset. En Waterloo nació John Wayne Gacy, que asesinó a más de treinta jóvenes.


"Las personas cometen errores y deseo que cada vez que digo algo fuera perfecto, pero no puedo", comentó cuando trataba de resolver una de sus meteduras de pata. Al contrario que Rick Perry, no se vio en la necesidad de acudir al 'Show de David Letterman' a reírse de sí misma. El gobernador de Texas sí lo hizo. Después de dar la estocada definitiva a su candidatura en un debate republicano.


Perry, como Bachmann, fue durante unas semanas la candidatura más potente. Como lo habría sido Palin o Trump. Como lo ha sido Cain. Lo suyo ha sido más que un rato de gloria. Y como se lo tomaban en serio, han acabado con él. Y las acusaciones de acoso sexual lo han parado en seco. Viñetas como esta han sido publicadas en los medios de comunicación.


Después de negarlo una y otra vez, su mujer se decidió a dar la cara por él. "Es completamente respetuoso con las mujeres", declaró. De nada sirvieron sus palabras. Pues Cain, el mismo que dijo en febrero que "los idiotas están arruinando América", dejó bien claro que no tiene ni idea de política exterior.

En un encuentro con el consejo editorial del 'Milwaukee Journal-Sentinel' le preguntaron cuál era su postura sobre Libia. ¿Su respuesta?



Y es que, según Cain, la política exterior no es una prioridad. Bromista él, no necesita saber "quién es el presidente de Uzbeki beki beki beki stan stan".


Obama tan contento.

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