23 de agosto de 2009

Los excesos de la CIA

Si algo quería hacer Obama a su llegada a la Casa Blanca era limpiar la demacrada imagen que de su país había dejado George W. Bush. Y para ello anunció total transparencia en lo relacionado con las torturas de la CIA en la declarada guerra contra el terrorismo del desastroso  ex presidente Bush.
Sin embargo, la magnitud de las atrocidades cometidas contra los presuntos miembros de Al Qaeda, obligaron al actual presidente estadounidense a dar marcha atrás y retractarse de su anuncio de desclasificar las fotos de las torturas. Según estaba previsto, las imágenes debían haber salido a la luz el 28 de mayo pero aún seguimos esperando.

"La publicación de esas fotografías no añadiría nada a las investigaciones", se justificó Obama. Mientras tanto, las noticias sobre los abusos de la CIA no se han dejado de suceder. Hoy mismo, 'The Washington Post' ha citado un informe del grupo de derechos civiles American Civil Liberties Union, según el cual la agencia de inteligencia habría utilizado una pistola y un taladro eléctrico durante un interrogatorio al jefe de Al Qaeda en el Golfo Pérsico.

Según informa el Post, los agentes habrían colocado un taladro en la cabeza de Abd al-Rahim al-Nashiri y lo habrían encendido y apagado varias veces a un prisionero que también fue sometido a asfixia simulada.

La CIA contrató a Blackwater
El actual director de la CIA, Leon Panetta, no tiene nada fácil la misión de restablecer el prestigio de Estados Unidos tras la política antiterrorista de la Administración Bush. 'The New York Times' revelaba esta semana que Panetta se vio obligado a convocar en junio una reunión de urgencia para informar al Congreso de que la agencia que dirige subcontrató en 2004 con la empresa privada de seguridad Blackwater parte de un programa secreto que buscaba localizar y asesinar a los líderes de Al Qaeda.

Blackwater USA, sociedad que emplea mercenarios según informes de la ONU, se habría embolsado varios millones de dólares por un plan que, sin embargo, no consiguió capturar ningún terrorista sospechoso.

La compañía ha protagonizado varios escándalos, entre ellos, la muerte de 17 civiles en Bagdad después de que, presuntamente, varios agentes de Blackwater hubieran sido atacados. La CIA también otorgó en 2002 un contrato clasificado a la sociedad para custodiar las instalaciones de la CIA en Kabul y mantiene otros contratos clasificados cuyos contenidos no se han hecho públicos.

Xe Services, como se denomina ahora la compañía tras verse obligada a cambiar de nombre por su pésima reputación, ha venido actuando con total impunidad amparados por el ex vicepresidente Dick Cheney. La CIA recibió en 2002 la instrucción de que no era necesario que informara al Congreso sobre sus actuaciones porque, de acuerdo con la política antiterrorista de Bush, la CIA ya tenía autoridad legal para matar a miembros de Al Qaeda.

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